Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
determ inante la contraposición en tre estas clases. Pero laclase hatera desapareció sim bólicam ente con la m uerte de Pedro Santana. al (mal d e la A n exión a España, resultado d e lo cual la pequeña burguesía capitalizo todo el universo social. En ese transcurso este sector se escindió en do s capas, la alta y la baja, cut o s en fren tam ien tos confirieron la tónica al proceso después de 1865. El énfasis en la estratificación indica que Bosch no acogía la teoría m arxista d e las clases, sino que partía de una distribución basada en gradaciones cuantitativas dentro d e 1111 sector d e hecho único, en torn o al cual confluían com unidades de visiones e intereses. C o m o parte de esa apreciación, explicó la lucha en tre liberales del Partido A zul y conservadores del R o jo com o expresión de los intereses contrapuestos en tre la alta y la baja pequeña burguesía. Solo tras la llegada de T rujillo al p o d er ese esquem a experim entó cam bios, com o resultado del desarrollo capitalista de esas décadas, los cuales estuvieron en el origen d e la oligarquía X En los años subsiguientes. Bosch introdujo m atizaciones a su esquem a, pero n o im plicaban una solución de continuidad. R efino la cía sificación d e la pequeña burguesía en tres capas: la alta, la m edia y la pobre; la últim a la subdividió, a su vez. en dos sub-capas. R econ oció a la postre la existencia d e una burguesía, pero continuó negando que tuviera incidencia significativa en el proceso histórico. C onipatibilizaba asi convicciones resultantes de observaciones y de requerim ientos políticos. Progresivam ente fue in troduciendo problem áticas m arxistas. com o la • acum ulación origin aria- del capital, o la diferencia entre una clase en si - y su estadio superior. para sí . este últim o defin idor de la capacidad de ejercicio del gobierno o el dom in io M O T R O S AU TOR E S EN LA G E N E R A C I Ó N PO S TO RU J I ELO D E S D E F IN A L E S D E LA D É C A D A D E 1960 hicieron aparición autores noveles que se desm arcaron del pasado trujillista y del m aterialism o histórico con acentos variados, que incluyen planos de concordancia o sim patía. C o m o casi todos continúan en la producción bibliográfica, resulta prem aturo hacer 1111 balance porm enorizado. D e ahí que se lim ite esta parte del capitulo a una reconsideración de algunas tendencias com unes M N o obstante, en realidad es dirícil establecer com ponentes com unes entre los autores, sea por los parám etros teórico-m etodológicos em pleados, sus conclusiones, tem áticas o adscripciones políticas. I sta diversidad se puede ver en la lista de algunos de los que pueden form ar parte de este conglom erado: Pedro Julio Santiago. Fernando Pérez M entón. C iríaco Landolfi. Jacinto C im b ern ard . Frank M oya Pons. B ern ardo Vega. Valentina Peguero. D an ilo de los Santos. Juan D aniel Balcácer. M u k ie n A driana Sang. A n stid es Incháustegui. W enceslao Vega. José C h cz Cltcco. R o b erto M arte. A m crico M oreta, Edw in Espinal, Francisco A n to n io Avelino. José del C astillo. M anuel G arcía A revalo. M arcio Veloz M aggiolo y A ntonio Lluberes, entre otros41' M En sus elaboraciones, casi todos estos autores lian sostenido posturas liberales, aunque con m atices perceptibles. A lgunos se ubicaron en la U niversidad C ató lica M adre y M aestra, aunque no term inaron por consolidar núcleos académ icos com partidos durante períodos prolongados SS Todav ía m ás difícil es buscar filiaciones m etodológicas com unes o áreas prioritarias de estudio de las que surjan problem áticas. A lgun os autores se han inclinado p o r la recom posición d e la historia política con novedosos soportes docum entales, com o es el caso sobresaliente de Bernardo Vega para la época de Trujillo. O tros han incursionado en la relación entre historia política y cultural, com o lo hace Fernando Pérez M em en. N o faltan los esfuerzos en el terren o cultural o institucional, com o se observa en C iríaco Landolfi. M arcio Veloz M aggiolo y José C h cz C lieco. V arios se han orientado por fórm ulas d e historia económ ica y social, com o Frank M oya Pons. R oberto M arte y Edw in Espinal. En ciertos casos se apunta a síntesis económ icas, com o en textos de José del Castillo, aunque este lia incursionado tam bién en tem as culturales. O tro s se han interesado por los fenóm enos ideológicos en si m ismos, com o Francisco A n to n io A velino y Fernando Pérez M em en. N o han estado ausentes biografías de políticos, com o las d e M u K ien San g y Juan D aniel B alcácer M Pese a tanta diversidad, podría intentarse trazar 1111 tipo d e pauta característica, que en cierta m edida tipifica a una parte de estos autores. N o tienen una escuela reconocida, cierto, y no siguen una propuesta teorice m etodológica com ún, pero se han acercado a síntesis que articulan los planos centrales de la narración en la política y la cultura, con elaboraciones en el terren o d e la econom ía y la sociedad. De una u otra m anera, una parte de ellos han acogido influjos d e las m etodologías de historia social vigentes en el m undo occidental. Podría aclararse que. en realidad, la influencia intelectual m ayor proviene d e las corrientes académ icas que en las ultim as décadas superaron la historiografía académ ica tradicional de factura historicista c idealista sustentada en la erudición. E11 este sentido, la historiografía postrujillista 110 m arxista se ha deslindado d e la tradición de los historiadores de etapas anteriores. Se conceptualiza la política y la cultura en el con texto de una realidad global que incluye la econom ía y la estructura social. IVro. a d iferencia d e los m arxistas, n o aceptan determ inaciones generales, p o r lo que 110 tienen que acoger la idea d e 1111 sistem a articulado al que se alude con la categoría de totalidad concreta. O frecen explicaciones, pero en aspectos puntuales, por lo que se m ueven con los hechos económ icos y sociales m as bien en form a narrativa, al igual que con los políticos y culturales M --‘II m ayordesarrollo acerca déoslos am ores en Frank M oya Pons. - 1 listoriograt'ía dom inicana-, p p 4 ” y ss 11 IS T O Itl V U I X I R A I 01 L l 'l I l'I.O O O M IX IC V X O * • > 1 0 1 i * í
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