Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
por todo aprovision am ien to 1 0 0 cahíces d e trigo y doce toneles d e vino; ahora bien, el p ro pio C o ló n echó cuentas y calculó que, para p o d e r subsistir, se precisaban 4 3 cahíces al mes. a nueve celem ines d e trigo p o r persona."” N o cuadraban las cifras. C laro es que. com o escribió asom brad o D. C ristó b al, había v ides sin lab rar que en el 13 d e m arzo d e 14 9 4 ya estaban ech an do racim os y granos gordos»,"1 m as tal granazón no fu e sino una vana ilusión de los sen tidos, al h aber co n fu n d id o viñas con lo que h oy los dom inicanos llam an uvas de playa- M El ganado se d io m ejo r en la nueva tierra: puercos ya tenem os m ás de cien to; cabras y ovejas ya tenem os de ellas hartas para sim ien te -, escribió el A lm iran te en 14 9 4 " ; - Es d e m aravilla cóm o m ultiplican y so hacen grandes las gallinas: cada d o s m eses sacan pollos, y en diez o d o ce días son com ederos Los puercos, do troce hem bras que truxe. ya hay tantos que andan bravos p o r las m o n ta ñ a s-"1 rep itió en 149 3 M uy pron to estos cerd o s asilvestrados se m ultiplicaron, de suerte que en el suelo de la Isabela, ya deshabitada, se llegaron a hacer m onterías de jabalíes: pero ello ocu rrió diez años después, a principios del siglo x v i. En cu an to a los caballos, las lanzas jinetas les dieron el cam biazo en Sevilla, m ostran do unos y em barcan do otros, tales que el m ejo r de ellos 110 parece q u e vale dos mil m aravedís- ;"4 pero su utilidad era inm ensa, dado el m iedo cerval que inspiraban a los nativos: - e s acá m ás un caballo que una fo rtaleza-. aseguró C o ló n a los Reves ' En el siglo x v i la Española exportó cueros: pero en los prim eros años no pud o alim entar a to d a la m uchedum bre que desem barcó en su suelo tras un largo y penoso viaje M A estas penalidades se unió un desastre m ás. En la prim avera d e 1494. cuan do la ciudad apenas contaba con unos m eses d e vida, un fuego la destruyó en sus dos terceras partes."' El terrible in cen dio se propagó fácilm ente al estar las casas hechas d e m adera y cubiertas d e paja, a la m anera d e los bohíos d e los indígenas. U n ano m as tarde, en julio de 1493 un trem en do huracán acabó con casi todas las viviendas que quedaban en pie y quebró las am arras a estas naos [la M arigalam c v la G allega, llevadas en el segundo viaje] y las echó a fo n d o -"’ La situación so fue haciendo cada vez m ás insostenible ’ 0 . EL GO B I E R N O I N T E R I N O DE LCON S E JO . 24 DE ABR I L-29 DE SEP I I EMBRE DE 1494 A C O L Ó N L E G U S T A B A M Á S E L M A R Q U E L A G U E R R A . A si, term inada en breve la exploración del C ib ao en m arzo d e 1494. le pareció q u e era tiem po de reanudar sus viajes y - descubrir la tierra firm e y co rrer todas estas m ares e islas-"" ya ue estaba todo m uy pacifico y la gente toda con m ucho am or y de gana d e 111c hace placer N o dejaba ser esta una valoración muy ptim ista do las circunstancias, m áxim e cuando ya estaba preso por insubordinación 1111 hom bre y. para colmo, un o de los pocos ficiales nom brados por los Reyes. Bernal D íaz de l’isa Pero nada detenía al A lm iran te cuando se le m etía una idea en la cabeza. D ecidido a partir, para el gob iern o de la Isabela d ejó un C onsejo, presidido por su herm ano D. D iego y fray Boíl, del que form aban parte otros tres personajes im portantes: Pero Fernández C oron el, el alguacil m ayor. Juan d e Luján. y el bachiller G allego. A ntes de arpar, el A lm irante dio a este C o n sejo poderes e instrucciones por escrito, poderes e instrucciones hoy perdidos, y se hizo a la vela on tres carabelas el 24 de abril de 149 4 a fin de reconocer la costa del supuesto continente asiático (la isla de C u b a).1"' N o volvió e su viaje hasta el 29 de septiem bre d e 1494,’" y encim a aquejado de una dolencia que m e qu itó todo el seso y entendim iento -.'1 in que se sepa a ciencia cierta cuándo se recuperó por com pleto de este achaque destructor de sus sentidos: llegado a la Isabela, stuvo cin co m eses m uy m alo-, dice Las C a sa s'1 X ¿Q ué había pasado durante su viaje en la ciudad? Las fuentes callan sobre este eríodo tan crítico. Es de supon er que se fueran endureciendo las condiciones d e vida d e los colonos y que, con ello, aum entaran as tensiones en ausencia del jefe suprem o. Las cartas env iadas con Torres a prim eros de abril d e 149 3 llevaron a España nuevas larm antes, com o que algunos hom bres, com o el gallego Loazes. habían m uerto de ham bre en las Ilidias por el mal recaudo que abían ten ido Juan d e O ñ ate y otros m ozos d e A lon so Sánchez de Carvajal en la distribución de los v iveres."' Los Reyes, enterados e que. durante la ausencia de C o ló n , no se repartieron los m antenim ientos a la gente que lia estado y está en ella com o debía, y "'Textos. doc. xiv (p.j28) " "Tata. doc. XI (p.28)). IVdrt> Mártir. ttW tí. 1 5 . 3 (Giráis. p.6.7) y 11 Colón. Ilinerie. 32 (1. p.294). C/r. asimismo doc v u i (p.230). x u i (p.290). ‘■‘Textos, doc. VIII (p.250) " ‘Textos, doc. XIII (p.íiq). Lo m ism o había dicho en abril d e 1494 efr doc. XI (p.283). Según Carneo. (12 [Cortas. ¡’ 24X]). los anim ales que m ejor se criaban eran los cerdos, gallinas, perros y gatos. '■‘texto! doc ix (pp.264 63). '“Textos,doc. x i (p.284). ' /i’.vfaí.doc \ i (p.274) "'Textos, doc x iv (p.327). ''texto!, lioc XIII (p.288). texto! doc XI (p.280) "Bartolom é' de las Casas. I listona. 1 99 (p.277 b). Ln vez d e 29 Vallico dijo io (19 ¡Carras, p.236]) textos, doc x i (p .;i;) C/r 11. C olón, Historie. 39 (11. pp.13-14). I listorio . I 10 0 (p.278 a). "Instrucción a litan Aguado (¿abril? de 1493) en Col. tXv . ll mim 27 1> (11. p.773). lie litando Cíñate se quejo tam bién Rodrigo M anzorroen 130 0 . diciendo que recibía a palos a quien iba a la albóndiga a pedir m antenim ientos (ÍVsi/iirsa lol. 131ro.). IIISTOliLVULM RAI 1*1 PCI IIlO HOMIXIl ANO * * 1 7 9
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