Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
abiertas discrepancias con la política seguida hasta entonces, y uno de ellos Lujan había sido castigado, de m anera infamante, con la pena capital. O tro, el bachiller Ciallego.se negó a tirm ar una sentencia de m uerte porque, a su juicio, el delito d c los condenados 110 m erecía la pena capital.8' La autoridad del C o n se jo se deshacía, y ún icam ente quedaba al m ando un a cam arilla: la de la fam ilia C o lo n M La situación com enzó a d eteriorarse peligrosam ente tam bién en el interior de la isla. Pedro M argarit abandonó su puesto com o alcaide del fuerte d e Santo lom as. Según G o n zalo Fernández d e O viedo, esta decisión se debió a su indignación ante el ahorcam iento d e otro aragonés. G a sp a r Iérriz. Pudiera ser. Pero ya verem os mas adelante que tam bién pudo haber en su abandono o tra causa m ás poderosa ’M I lasta aquí el escueto relato d e los acontecim ientos, N orm alm en te se da por sentado que. cuando se habla d e C olon, debe entenderse siem pre que se trata del A lm irante. Mas. com o hem os visto, este se hallo ausente la m ayor parte del tiem po en que ocurrieron estos acontecim ientos, y no es creíble que todas las desgracias se agolparan d e repente en 1111 puñado d e días a su regreso de la supuesta A sia, si es que para entonces había recuperado ya el conocim iento: la carta a los R eves dan do cuenta d e su viaje a C u b a está fechada m ucho mas tarde, el 26 de febrero de 1495."" U na conclusión se im pone: este C o lo n 110 puede ser C ristóbal, sino D iego, com o presidente del Consejo, o Bartolom é: y com o el prim ero era un pusilánim e, se desprende p o r exclusión que quien se peleó con fray Boil y M argarit fu e Bartolom é, el más arrojado de los tres herm anos. C argado de razón afirm ó Las Casas:8' en las cosas que sc im putaron después al A lm irante d e rigor y crueldad, lúe el A delantado la causa V. n -iM tí 2 c 14 9 4 a ú n HO v e y i.ifí.i producido fa iu y tu ia tv ta fd c f f t .i i f c con c f ^ f m á o n t c . t^>«H cm ía tflv, poco desp u és ^ í.iv > L A o if sc opuso ^ íc ijf.lím e n le a C liofim , recrim in án dote « fo s en sílao s que en fos #Jonif»rcs_fJ*»cí**, o porque .1(’ re 1.1 f'.i m ás fu memo en c f re p artim ien to de fo s Bastim entos o po rqu e a c f a su s criados no d .ií.i m .iv cíes racio n es com o se fa s p ed ia». á 'a reacción d c G o fc n no scijizo e s p e r a r ^ , com o r e f e r e <£">onjafo (S^crnailde^de C^_" 76 iedo, in m ediatam en te m andó red u cir a ú n m as í'.is va e sc a sa s ra cio n csd c fos m o n jes, q uienes, e n te p te s a fia s se n eg aro n a a d m in istra rfe fo s sa cram en to s: un tioiiito c ru c e de andanadas tem p o rafes v c sp iritu a fcs. A hora bien, en estas luchas intestinas entre los colonos yace tam bién soterrado un sen tim ien to m as profundo. G o n zalo Fernández e O viedo.'* al d ar cuen ta d e las prim eras discordias que acaecieron en las Indias, term inó el capitulo en cuestión con unas p a labras tan certeras com o am argas: -¿Q u ien concertara al vizcaíno con el catalán, que son d e tan d iferen tes prov in d as \ lenguas? C ó m o se avendrán el andaluz con el valenciano, y el d e l’erpiñan con el cordobés, y el aragonés con el guipuzcoano, y el gallego on el castellano (sospechando que es portugués), y el asturiano y m ontañés con el navarro, entre otros? La cita se ha hecho éleb re co m o ejem plo insigne de los particularism os españoles, pero no se ha reparado en q u e O viedo la pronunció com o triste o lofón d e lo ocurrido en la Española duran te 14 9 5-14 9 4 . A hora cobra especial sentido otra frase escrita por el gran cronista, un hom bre q u e se preocupó d e inform arse cabalm ente de todos los sucesos de las Indias: anduvieron m uchas diferencias en tre el A lm irante y aquel padre reverendo fray B oil; y esto tu vo principio porque el A lm iran te ahorco a algunos, y en especial a un a sp a r Lerriz. aragon és-.*’ O vied o ve aquí solo a los d o s polos opuestos. C o lo n y Boil. com o protagonistas del dram a. Sin cm argo. las discordias parece que m as bien em pezarían a surgir por cuestiones m as nimias, p o r roces en tre castellanos v aragon e e s-. em plean do aragonés y castellan o- en el sentido m as lato d el term ino. Y aragonés no lo olvid em os fu e una d e las prim eras víctim as, si n o la prim era: G asp ar Lerriz El m ism o C o ló n echó la culpa del desastre de La N avidad a las disensiones ue hubo en tre los españoles: prim ero los vizcaínos sc fueron por su lado, y después -o v o disensión entre estos do s [Redro y Lscobedo] y D iego de A rana, y la m uerte fu e ordenada d e ellos m ism os por venganza-. "’ Resultado: todos m uertos M A sí se com prende que. por una vez, reinara extraña unanim idad entre todos los colonos, sin que en este punto surgieran diferencias regionales ni discrepancias lingüisticas Se produjo una desbandada general y todos los que pudieron esto es, los principales: Boil y M argarit subditos de don Fernando; M aldonado. C h an ca. C o rb alan y Bernal Díaz de Pisa, súbditos de doña Isabel"' regresaron t'i'.újiisi tul lim o sr habla allí del alcalde Gallego . Quiza el abad G allego- de fol. 20Vr a 110 sea sino 1111 error por ••bachiller Gallego - S, 7 ¡v«s.d o c \ i 11 (p u s) '/ l/srvhi. 1 101 {p.aX i a) “"Historia, u i i (RVC p.52 b) ' I lisloria. l i l i ( f!. V í p .$ l ;i). Ic.vlos doc v m (p 245). C fr 11 Colon. I lülarií 49 {1. p.279 y 2X1) "G . Fernandez de O viedo hizo volver en esas carabelas al com endador G allego, al com endador A rroyo, al contador Bernal I lia/ de Pisa, a R odrigo Abarca, a níiccr »1 irao y a Pedro Navarro, criados rodos ellos de la casa real. Pudo ser asi en m uchos casos, pero no en todos, ya que otros, com o el com endador Gallego, regresaron en 1496. Fn cualquier caso, no fue una huida solo dc tlve C atalan láctico com o concluyó precipitadam ente M orison (Admiral, p.484). II I S T O K I .V U I S I It.VI O I I P L 1 [I L O I I O V I l W t : V N O 18 1 í :.-«
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