Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

en la isla, con lo q u e se com penetraban con una perspectiva local y podían term inar alineados en el sigiloso bando criollo M Tales m iradas de la historia estaban focalizadas en los estratos dirigentes asentados en el m ed io local, cuya preem inencia se anclaba en una n oción difu nd id a acerca d e su origen entre los con qu istadores." La pretensión nobiliaria de lo s círculos superiores, que daba lugar a una práctica endogam ica regulada.1"1 se m anifestaba en la aten ción a la gen ealogía y a la relación con acciones de antepasados que denotaran la virtu d del linaje. Integrantes de esas fam ilias guardaron con esm ero las reliquias docum entales que acreditaban sus orígenes, propiedades, m éritos y acciones d e los antepasados." A lgun as de estas coleccio nos incluyen diplom as variados, tirulos d e propiedad, correspondencia, derech os sobre m ayorazgos, en tre o tro s M I Insta fines d el x v i 11, con excepción d e un estrato reducido, este patrón d e relación con la historia n o experim en tó variaciones sustanciales. Tenía p o r Inerte una transm isión oral m ítica, acom pañada de una literatura escasa, la confección de m em oriales sobre tem as puntuales y la consulta esporádica de docum entos en cantidades m ínim as. D esde el punto d e vista de los parám etros actuales de la disciplina, no se generaba conocim iento histórico en el en to rn o de los sectores superiores. I s elocuente que ningún dom inicano publicara un libro d e historia hasta finales del siglo x v in . lo que en parte se explica por el hecho d e que la im prenta se instaló el ultim o año d e ese siglo. Todavía los prim eros periódicos conocidos, d e los años 18 2 0 y 18 2 1.110 con tien en textos d e carácter historiografía), aunque sí artículos de fo n d o que hacen referencia a procesos del pasado"' M ydicfcgvmcnvs de fa fjistotio¿jia4-ía dominicana v.ytr P A R A M E D IA D O S D E L S IG L O X V III,T R A S D É C A D A S D E P A Z E N L A IS L A , se h icieron paten tes procesos d e con solidación d iferen ciad a del colectivo. La colon ia salió del m arasm o que tip ificó el siglo x v n y la población en tró en una fase d e crecim iento. C o n fo rm e a los d eterm in an tes d e la esclavitud patriarcal vigente, se pro fu n d izó el proceso de integración de los con glom erados étn ico sociales. D e tal m anera, para m ed iad os del Siglo ya e ra general izado 1111 sen tim ien to d e id entid ad com partida p o r oposición a los franceses d e Sain t P o m in g u c y a los penin sulares eu ro peo s Tal recon ocim ien to no com pren d ía a todos los h abitantes de San to D om in go en razón de las lín eas form ales d e exclusión derivadas del racism o oficializado. Sin em bargo, d esde m ed iados del siglo x v i se abrió un proceso d e m estizaje d escon ocid o en las restantes colonias am ericanas, con excep ció n d e las A n tillas, so b re to d o P uerto Rico. El h ech o de q u e en el cu rso del siglo x v u r se ratificase la m ayoría m ulata con trib u yó a co n so lid ar lo s sen tim ien tos d e perten en cia a una colectividad d eslin dada d e la penin sular m etropolitana. La noción d e d om in ican o n ació en tal co n texto y. si b ien lo hizo en e l en to rn o de la clase superior, la fragilidad de las barreras de exclusión posibilitó que se lucra exten dien do M A corde con estos cam bios, com en zó a cam biar el panoram a arriba visto d e inexistencia d e una conciencia localista plasm ada en obras historiográíicas. C o m o ya se ha enunciado, en la segunda m itad del x v i 11 se com pusieron los prim eros tratados históricos. T en ían p o r propósito inform ar acerca d e la evolución del país, a d iferen cia de lo que había sido característico en los m em oriales y las relaciones. D etrás d e ellos subyacían preguntas acerca d e la condición d e los dom inicanos l os autores asum ían una perspectiva personal y subjetiv a, tam bién distinta de la tónica burocrática d e los anteriores textos. Se auxiliaron de fuentes variadas, com o la observ ación geográfica, docum en tos lam iliares. registros de las instituciones coloniales, tratados históricos, com unicaciones orales y otros. Esta eclosión 110 lúe ajena a procesos sociales que convergieron en un desarrollo de la vida cultural de la élite, lo que explica que las m ayores expresion es culturales en la colon ia se p ro d u jeran en sus p o strim ería s." A u n q u e fuera d e m anera restrin gida, h izo aparició n cie rto espíritu d e m o d ern id ad , a to n o con la Ilu stración en E uropa, q u e se a ju stó a la fo rm a en q u e se m an ifestab a el d e sp e rta r local1' X '‘Tal reclam o seguía vigente a fines d el siglo x v i 11. Roberto Gassa. Francisco M osquera y ' labrero . M anuscrito para el Diccionario laográfico Je Parlamentarios Españoles. I I licenciado t labrera, quien em igro en 18 0 0 . aunque retornó por m om entos en años posteriores, era tenedor d el may orazgo Mosquera '•Roberto Classa. Adrián <lanipuzano Polaneo . Manuscrito para el Diccionario Hi,gráfico Je Parlamentarú* Españoles. Sobre esta familia, que ilustra esa practica se lian hecho estudios, com iu-lde Manuel A Machado liaez. S,/ntitgnck'Silustresikíicolonia. Ciudad Trujillo. iqbo Tm iliano lejera capto la im portancia de esos papeles \ procedió .1 com pilar los que pudo localizar de descendientes de linajes que no abandonaron el país 1 os pondero com o recurso para adentrarse en aspectos desconocidos de la historia colonial, considerados por el d e im portancia lejera lúe publicando esas colecciones en las revistas Arenco y l.a * 'una Je América bajo el epígrafe de Idocumentos ani iguos I I prim er grupo de docum entos, relativo a G onzalo Fernandez de O viedo y sus herederos del may orazgo. proviene del Archivo Rocha Goca. fam ilia que heredo en el siglo \ i\ los restos de algunos de los m ayorazgos Docum entos antiguos Arenco, nuin 14 (lebrero de 1911). p p 16 -18 la ultim a entrega en esa publicación está en Arenco, año 111. num 28 (abril de 1912). pp 16 17 II11 l.a CuitaJe .América se inicio otra serie, una parte con el mismo titulo, parcialmente tam bién proveniente del Archivo Rocha t loca pero ademas d e distintos archivos coloniales, de docum entos transcritos por A m erico I ugoy de otros que localizo el m ism o Tindiano lejera. II prim er núm ero esta en D ocum entos antiguos . Li Cuna Je América. 2? de abril de 1911. el ultim o localizado es Idocumcn tos antiguos . la Cuna Je América, num 19 (m ayo de 19 1S) • V agradece el acceso a estos m ateriales a A ndrés Blanco, que los ha recopilado para publicación, Véase también I nidio Rodrigue/. D cm ori/i. I¡mn'lia< hispanoamericanas, tom o IA lindad Trujillo. 1959 ' Am bos periódicos, ll Telégrafo c AWtiittcional\ El Duende, están reproducidos íntegros por Rodríguez Demorizi. en l.a imprentay losprimerosperiódicosJeSanto Domingo, t lindad Trujillo. 1944 -PP. 43 - 204 - ' Véase la exposición clasica de Pedro I lennquez Ureña. Laculitira y las letrascolonialesenSanto Domingo. Buenos Aires. 1956. "Abelardo Vicioso. Santo Domingo rrt las letrascoloniales. ¡4921S00. Santo Dom ingo. 1979 . pp {1S y ss. IIIS IO R I.U d \l RAI Pl I IT ! HIOnOMINIi AND tTlv 52

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