Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
P R IMAC IA DE AU T O R E S EXTRAN J EROS T E X T O S C O M O L O S D E L Ó P E Z D E M E D R A N O eran excepcionales y. com o se ha m ostrado, tenían una circulación escasa para 110 decir que incluso nula en varios casos .‘-i In m edio de tal vacío correspondió casi con exclusividad a 110 dom inicanos la exposición de hechos, con lo que se prolongaba una situación que provenía del siglo x v ii 1 • D esde inicios del siglo x ix . en seguim iento de lo hecho p o r W alton. fueron autores ingleses los que tom aron la delantera de los recuentos, lo que constituía expresión del relevo británico, en el en torno del libre cam bio, tras el desplazam iento d e Francia com o la potencia dom inante. La casi totalidad de esos libros no se referían a Santo D om in go, sino a la isla, con énfasis fundam ental en I laiti. Bryan Edw ards. un especialista en la historia d e las W est Indios, fu e uno d e los representantes m ás relevantes de esta corriente. Ya focalizados en I laiti. sobresalieron los cónsules ingleses C h arles M cK cn zic y Sponccr St. Jolin.*" aunque hubo otros autores que se interesaron en m ayor m edida en Santo D om ingo, com o L cpcllcticr d e Sain t Réniy. quien perseguía legitim ar los intereses estratégicos de Francia a raíz d e la creación del Estado dom inicano** X T iem p o después d e la ocupación haitiana com enzaron a salir los tratados de los dos grandes talentos d e la historiografía haitiana. T ilom as M adiou y Bcaubrun A rdouin.4'* En am bos se apunta a una reconstrucción general d e la historia haitiana desde el antecedente de Sain t D om ingue, con énfasis en los acontecim ientos en tre 17 8 9 a 1804. E11 térm inos generales abarcaron hasta la fase final del períod o d e Boyer. precisam ente el m om ento en que se proclam ó la independencia dom inicana. N in gun o de los dos aporta dem asiado a la historia d e San to D om in go antes de la ocupación haitiana, lo que es explicable porque ya los dom inicanos habían roto con I laiti cuando publicaron los prim eros resultados. Para los haitianos de esa época la historia dom inicana carecía d e interés, parecer que quedó m anifestado en la escasa atención que con cedió A rdouin al proceso entre 18 2 0 y 18 2 2 Sin em bargo. M adiou decidió d ar cuenta de lo acontecido entre 1845 y 1844. al concederle atención en el tom o dedicado al período en tre la caída de B oyer y la entronización de Faustin Soulouque*1 M A N T IN O M IA EN T R E 11IS PAN I S MO Y C R I O LLIS MO D E S D E E N T O N C E S , E N L A C O T I D I A N I D A D , a lo sum o plasm ada en textos m enores o dispersos, se observarán dos actitudes básicas hacia el pasado. La p rim era fue de qu ien es recreaban la tesis hispanista, en búsqueda d e un estado de pureza de la condición dom inicana, hom ologada con la española. La ép oca colonial com enzaría a ser o b jeto de idealización, com o reacción d e sectores superiores an te las desgracias que aparejaron los acontecim ientos iniciados en tre 179 1 y 1795 La reivindicación en cuestión se hacía p o r encim a d e la evidencia en contrario, aunque 110 dejaba de ten er sus aspectos explicables E ste estado d e conciencia histórica reaccionaria, fundam ento del conservadurism o, se hizo sentido conuin entre lo s sectores superiores que resultaron afectados por los cam bios. Para los integrantes residuales d e la vieja clase de hacendados resultaba incom prensible todo lo que había ocurrido y seguía ocurriendo. S e explica que p arte d e sus m anifestaciones escritas se hiciera desd e la em igración,4* Fue uno d e los m otivos asim ism o de una parte de las prim eras m anifestaciones literarias" M Em ergió, en sen tido contrario, la postura antagon ista de España y lo español, cuyo susten to principal se en contró en la reivindicación de la originalidad de lo criollo, com o expresivo de un m undo nuevo caracterizado p o r la aspiración a la libertad y la igualdad. T il criollism o tuvo m atices im portantes, pues sobre to d o continuaba el supuesto de que el origen d e una cultura reivindicable, en que se sustentaba la existencia d e la colectividad, se encontraba en la herencia hispánica, que se igualaba con la blancura europea, hom ologada .1 la condición civilizada. Se trataba, por consiguiente, de un criollismode clitc. que detractaba con fórm ulas variopintas los com ponentes d e origen african o en el interior del colectivo, identificados co m o m atriz de la barbarie todavía característica del m undo rural. C a si todos los liberales im buidos de prin cipios políticos dem ocráticos 110 pudieron escapar a la certeza que identificaba civilización a secas, el único susten to posible del orden deseable, con la - raza blanca .44 En diversos autores decim on ón icos la propuesta se dirigió tam bién a cuestionar a los españoles para postular la conveniencia de una co rrien te inm igratoria d e países pretendidam ente m ás aptos para la civilización X Este debate 110 se llevo a cabo en m oldes históricos hasta m ucho tiem po después. Pero fue ‘"Charles M acKcnzic. Sotes on Haití, 2 vols . London. i8 jo : Sponccr Sr. John. Haitíorthe lilack Republic, London. 1884. Estos textos de diplom áticos británicos, a pesar de la im portancia que tienen para la historia de la isla, no han sido traducidos al español. '■'Lcpcllcticr de Saint R o m Santo Domingo. Estudio y solución nuevade la cuestiónhaitiana. Traducción de Gustavo Am igo. Santo Dom ingo. 1978. La prim era edición se hizo en París en 1846 “ Bcaubrun A rdouin. Étudessurl'llisfoired'Haití, Port-au- Prince. 1958: Tilom as M adiou hls. Histoircd llaiJi. 8 vols.. Port uti-Princc, 198») 9 1 L a prim era edición de Ardouin se hizo, en tom os sucesivos, entre i8 s? > <#ó$. Madiou term ino su obra entre 1847 y 1848. “Tilom as M adiou. Histoircd'Haití ¡S4.Í 1846. tom o v m . Port-au Princc. 1991 Algunos de estos textos se encuentran en Em ilio Rodrigue/ Detnorizi, Invasioneshaitianasde 1801. tSo< y 1822. (dudad Trujillo. 1955 "U n a antología temprana fue la de José Castellatu*s. IJtudeQuinjueya. Santo Domingo. 1874. “ C aso de Eugenio M aría de I lostos. por antonom asia portadorde principios dem ocráticos avanzados, pero convencido de la barbarie inherente al m undo no europea Tal conv icción esta en su larga serie de artículos Quisqueya. su sociedad \ algunos d e sus hijos . en Páginasdominicanas. Santo Dom ingo. 1979 . pp -92 I 7 <* HISTORIA t il\ l RAI l>l I. PLTI 1 LO DOMINICANO 58
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