Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

da cuenta de un giro cualitativo entre los reducidos estratos cultos. M ¡entras los predecesores no pasaban de la condición de letrados, ocupados del ejercicio de la autoridad, los liberales dieron el salto para tornarse en intelectuales, dedicados al exam en reflexivo d e los problem as y a la crítica independiente. A lgunos de ellos se habían iniciado en la actividad política, antes d e 1861, com o partidarios de Báez. cuando: este representó una al tentativa m enos onerosa que la de Pedro Santanaw M Sin em bargo, el crédito d e estos liberales fue reducido, ya que el conservadurism o baecista gano la adhesión d e la m ayoría d e la población, particularm ente la de zonas rurales. I Icaudillism o, relación social y política aparecida durante la G uerra de la Restauración, sirvió de ariete para que el liderazgo de Rae/ tom ara dim ensiones apoteósicas. C asi todos los generales salidos de la guerra nacional, tornados caudillos, se hicieron fervientes baccistas y tras ellos arrastraron a la masa cam pesina M E11 lo fundam ental, los liberales delineaban su program a alrededor del problem a nacional. El objetivo que se form ulaban no pasaba d e consolidar la existencia del Estado nación plenam ente soberano. N o podían aceptar la vigencia de Báez. por lo q u e la confrontación entre \os aposterior! conocidos com o azules y rojos se tiñó de sangre. Som etidos al cerco de la m ayoría cam pesina, durante cerca do una década los liberales quedaron reducidos a la im potencia política. E11 realidad, dentro del bando de los azules, los liberales com partían posiciones con sujetos provenientes del sector conservador santanista, quienes no podían aceptar a Báez pero no renunciaban a muchas de sus certezas ideológicas originales.' "' En la práctica, los liberales 110 podían aplicar su program a, com o se vio durante la presidencia de U liscs Espaillat, todo el tiem po asediada p o r los caudillos. So lo en el últim o lustro d e la década d e 18 7 0 los liberales pudieron em pezar a disputar la hegem onía a sus enem igos M La lim itada práctica historiográfica que resultó de esta situación se puede caracterizar com o norm ada por el im perativo d e rescatarla idea nacional o la conveniencia de que estuviera asociada con 1111 ordenam iento dem ocrática I I pasado debería operar com o referente intelectual y m oral, a sem ejanza de una escuela para la vida, un dechado cívico a em ular en lo sucesivo. Pero esa narrativa se reducía a la política, puesto que cubría los contenidos patrióticos y pragm áticos de la I listoria. La política estaba gobernada por la idea del Estado, com o em anación y m edio d e realización del colectivo. Tal atención se resolvía m ediante un form ato descriptivo, por el que las propuestas explicativas quedaban insertas en el propio discurrir d e los acontecim ientos políticos de la superficie. La búsqueda del detalle, usualm ente considerado significativo para el alcance de la verdad, condicionaba toda la elaboración. La veracidad del hecho tom ado aisladam ente constituía la piedra de toque d e la validez de la disciplina, com o era propio d e la historiografía v igente en I uropa M C uatro figuras sobresalieron, aunque fuese aposterior!, en esta corriente de la historiografía: (osé G abriel García. Manuel Rodríguez O bjío. G regorio Luperón y )uan V icente Flores. D e ellos, solo G arcía tuvo un verdadero im pacto social en su época. La obra de Rodríguez O b jío perm aneció inédita hasta avanzado el siglo x x . la de Luperón solo se conoció parcialm ente por las im pe­ dim entas que colocó el tirano U liscs I leureaux y la de Flores apenas circuló en el país por razones no del rodo esclarecidas. D e los cuatro. G arcía fue el único que hizo d e la investigación histórica una actividad profesional y exclusiva; Rodríguez O b jío se inclinó en m ayor m edida por la poesía. Luperón fue ante todo un dirigente político y militar, m ientras I lores incurslonó sobre todo en la ensa - vística periodística. Aun así. el hecho de que se escribieran los textos ilustra la v igencia d e los conceptos que los autores encarnaban X LA EP ICA PATR IÓT I CA : MA N U E L R O D R Í G U E Z O B J Í O C U A N D O T O D A V Í A G A R C Í A N O H A B Í A C O M E N Z A D O sus investigaciones eruditas. M anuel Rodríguez. O bjío. intelectual d e su m ism a generación, tam bién alum no de los letrados m ás destacados de la Prim era R epública, en el C o leg io San Buenaventura, em p ren dió la tarea d e la reconstrucción histórica. 1 .0 hizo en silencio, y sus esfu erzos pioneros 110 quedaron al alcance de sus con tem porán eos, salvo las derivacion es en escritos d e prensa. Q u ed ó recon ocido co m o poeta y luchador p o r la libertad."1 Fue un o de los expo n en tes del espíritu rom án tico en la poesía, el único gen ero literario en que incurslonó. El im perativo a la acción resultaba d e su visión acerca del papel del intelectual patriota. T om o parte e n la R estauración y fu e uno d e los com pañ eros de G rego rio Luperón en lo s añ os posteriores, hasta que fu e fusilado en abril d e 18 7 1 M D u ran te esos años R odríguez O b jío experim en tó recurrentem en te una sensación de desengaño. Percibió en tre sus com pañ eros p o co apego a los principios, p o r lo que frecuen tem en te se propuso apartarse de la actividad política, con vencido p o r m om en tos d e que el pueblo n o com partía los criterio s dem ocráticos. En parle, su devoción hacia L uperón provino del sen tim ien to de q u e representaba una personalidad superior, ajena a las pasiones m ezquinas d e la política y con secuen te en la d efen sa de los principios. Puede in terp retarse que su eje rcicio d e la escritu ra vin o a ser un refu gio fren te a las ad versid ad es en la vid a política, O sciló en tre '''Esre m an/ de una generación em ergente de liberales a la som bra de Báez lúe m ostrado por Sócrates Nolasco, Eos liberales del 33-. ViejasMemorias. Santiago. 1941. pp « i 94 "E l problema esta desarrollado por Manuel Rodríguez Ob|io. en Relaciones. Ciudad Trujillo. 1951. pp.146-150. Este libro había perm anecido m edito hasta su publicación casi ochenta años tras ser concluido. Una tesis sim ilar fue expuesta, años después, por Juan Vicente Flores, en l ili F.lsanguinario macheterodominicano. Santo Domingo. 2006. entre otras pp .120 ss. La prim era edición de ese libro se hizo en Curazao en 1901. " L’na biografía d e Rodrigue/ O bjío en Ram ói 1 Lugo I.ovatón. ManuelRodríguez Objio (poeta, restaurador, historiador, mártir), i andad Trujillo, 1931. I IISTORIA C¡I N I RAL PE L l'U Y BLO DOM INICANO 64 *.>*?

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