Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
obligado a expresar adhesión al régim en, al m argen d e la tem ática tratada en sus elaboraciones M 1:1 régim en construyó un discurso historiográfico qu e. p o r definición, estaba aquejado d e falacias, superficialidad y oportunism o. La m ayor p arte d e quienes se sum aron a la em presa cultural del orden lo hicieron cum pliendo instrucciones, detrás de ascensos en el escalafón burocrático o recom pensas materiales. T rujillo era sensible a las m an iIestaciones retóricas referentes a él y a su obra. C asi todos los intelectua les integrados al con cierto ideológico del régim en com patibili/aban su condición de verdaderos trujillistas con el m iedo que se cernía sobre toda la población, por lo que tuvieron que ajustar sus elaboraciones a pautas codificadas M En consecuencia, las lineas del discurso del régim en respondían a preceptos burocráticos estipulados ex ante. En consonancia con el ordenam iento au toritario. las elaboraciones desdibujaban la subjetividad en aras de la concordancia siste m ica del discurso. El resultado no pudo ser o tro que una retahila enervante de proclam as reiterativas, carentes de credibilidad. C on scien tes d e lo que ello entrañaba, algunos auto res intentaron tom ar distancia respecto a los m oldes adm inistrativos del discurso históri co. en aras d e forjar planteam ientos m as consistentes. Pero para poder hacer tal despliegue personal, estaban obligados a extrem ar los com ponentes irracionalistas de los principios oficializados M Precisam ente, el punto focal de la historiografía oficial consistió en la ponderación d e la figura d e Trujillo d e tal m anera que escapaba al raciocinio. D esde varios ángulos, los epígonos del régim en proclam aron que las características del m ed io dom in i cano se apartaban de las com unes del m undo occidental, y T rujillo personificaba, com o ieza indispensable, la pretendida originalidad. A l tirano se le atribuían condiciones ex epcionales. im ponderables, que lo situaban por encim a de los atributos hum anos. La onsigna D ios y Trujillo em anaba de este principio d e consideración del personaje, dota o d e conexión con el designio divino M E ste sesgo se concretó principalm ente en las biografías del dictador, gén ero de prim era m portancia.'1" (..asi toda la producción al s e n icio del régim en recaía en la dim ensión personal d e Trujillo, com o dem iurgo de una ealidad m agnífica. Los logros de la Era se reducían a la extcriorizacion del g en io d e Trujillo, en quien subyacía el origen del des nvolvim ien to d e la colectividad. I 11 tal tipo d e razonam iento se resum ía el núcleo de la filosofía trujillista de la historia dom ini ana, que com prendió las elaboraciones sofisticadas d e autores com o M anuel A rtu ro Peña B atlley R am ón M atrero A risty M Los anegiristas del régim en presentaban un contraste absoluto en tre un pasado d e frustración y un presente pictórico de realizacio nes. D e la perm anencia de T rujillo dependería el alcance de un futuro todavía m ás prom isorio. C o m o la legitim ación del presente asaba p o r la reconsideración del pasado, el régim en prom ovió la confección d e historias generales. Esto se facilitaba por el hecho e que hasta entonces, com o se ha visto, existían contadas síntesis de cierto alcance, y que de ellas la que m as se acercaba a 19 50 ra la d e W elles M D en tro d e este gen ero se desprendieron los libros de texto para un publico am plio. En el com ponente ed u ativo incluso algunas cosas quedaron com o antes. Fue el caso con el libro d e B e rnardo Pichardo. com patible con lo s requerim ien os oscurantistas del reginsen.1*" C o n el tiem po, de todas m aneras, se buscaron sucedáneos mas acordes con lo q u e se perseguía, om o fue el manual de Joaquín M arino Incháustegui. popularizado p o r estar pautado por la ideología del régim en'*1 M En el iscurso oficial se incorporaron tem áticas resultantes de los desarrollos hechos por diversos autores. A la postre qu ed ó una suerte e corpas q u e partía d e la exaltación del hispanism o, tem a q u e m arcaba la piedra d e toque con servadora del arm azón cultural y etom aba la tradición que había arrancado d e Sánchez Valverde. Se abrogó la con sideración criolla de la historia nacional esbo ada por los liberales La colon ia quedo representada com o el m om ento auspicioso de génesis del colectivo dom inicano, puesto ue la idiosincrasia españ ola quedo fijada en la estirpe. C o n fo rm e a esa teoría burocrática, los dom inicanos se habían co n fo r ado en virtud de una sustan cia hispánica q u e borraba de hecho las division es raciales o de cu alqu ier o tro tipo M A partir de ah í se rein trod ujo com o tem a central la con traposición con I laiti. El o rden hispánico, en el q u e se gestó una com unidad inte grada en el siglo X\ 1. fue vuln erado por la vecindad francesa U na lucha terrib le d e los dom inicanos, protegidos p o r el designio divino, en defen sa d e su patrim on io explica la supervivencia. La agresión fu e agudizada p o r lo s haitianos, qu ien es aspiraron explícitam en te a anular el colectivo dom inicano. El peso dedicado a tales tem áticas explica la proliferación de estu d ios y edi d o n es de docum entos sobre la época colonial, para que autorizaran la m anipulación política del pasado .*. A un qu e a m enudo de m anera m atizada, el discurso oficial d e la historia dom inicana m ostró hostilidad hacia el o rd en am ien to republicano, visto de hecho com o etapa de debilitam iento de la herencia hispánica y d e vigencia de valores exógen os que pusieron en peligro la - f tetjim en co n stru vó un discurso tjuc, por d efin ició n , estaba ¿«juejado de g a fa d a s, s u p c ificiafid ad v o p o rtu n ism o . .1 tn a rc i p a ite de «JUICHCS se s u m a io n a fa em presa c u fíu ra fd e f orden fo jjio e ro n cum pficndo in stru ccio n es, detrás de ascensos en c f cscafa-ftín buro crático o recom pensas m a te ria fe s . C C ru jiffo c ia scnsibfc a fas m am f-csiac iones reto ricas re fe re n te s a c fj* a su o b ia . “"Pueden citarse algunas de las m as importantes I awrcncc de Bessault. Presidan 'trujillo: 1 lis Workand thcDominkan Rcpublic. Santiago. 1041. Ramónlint ¡lio lim eño/. Riograjia deTrujillo <lindad Trujillo, 1955; Abelardo Rene Nanita, Trujillo. 1 lindad Trujillo, 1951; Ismael I lerrai/ Trujillodentrode la historia, M adrid. iy$~ “ Bernardo Pichardo. Resumen dehistoriapatria. Santo Dom ingo. 1921 1,1 Marino liH'liatistegtii. / listoria dominicana. 1S44 io?o. Santo Domingo. 1961 Ilscribio tam bién un texto mas elaborado dentro de la tlolecciondelosVeinticinco Añosde la lira de Trujillo: loaqum M arino Incháustegui. I listoria dominicana. 2 tomos, t lindad Trujillo. 1955 11 IV fO R IA * «I M K \l l>l I IT I R IO n O M IS .li ,\N O £?•> -';'í
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