Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
I'rico- \ lars prolonga una temática con la que cuestionó a la élite dirigente de su país: el padecim iento d c bovarism o por parte d c los dom inicanos, con lo que alude a la incapacidad para percibirse en la con dición de si m ism os M A l m argen de la uniform idad dictada por el régim en, la form ación tradicional d c la generalidad de los historiadores dom inicanos d io lugar a que algunos de los enfoques d e Erice-M ars representaran novedades significativas, listo últim o obro tam bién para que se le concediera estatus político a la polém ica. A l igual que antes había sucedido con Sum n er W elles. un texto d e un extran jero connotado presentaba un problem a grave a la consistencia in terior del discurso historiográfico trujillista. lis interesante qu e. com o el intelectual haitiano pom a en entredicho la teoría hispanista, en las refutaciones tom aran parte tanto historiadores del régim en, que redactaron sus textos p o r encargo, co m o historiadores independientes d e m entalidad conservadora S í l.a prim era respuesta de envergadura fue la publicación del lib ro Invasiones haitianas de Em ilio R odríguez D em orizi. A unque recopilación de docum entos, co m o era la form ula de trabajo d e D em orizi, insertó un prologo en el que hace referencia a Price-M ars, pero sin entablar propiam ente polém ica con él. M as bien se contenta con el ataque, al po n er d e relieve, con apoyo docum ental, las acciones de los dirigentes haitianos con tra la libertad de los dom inicanos M Posiblem ente el au to r que se esm ero con m ayor ahinco en elab orar una crítica a I’ rico- M ars lúe Sócrates N olasco. quien, pese a su criollism o nativ ista. sostenía la teoría acerca de la condición hispánica de los dom inicanos. Su con ocim ien to del suroeste, cercano a I laiti. lo había llev ado a incluir en sus estam pas m últiples aspectos de las relaciones entre los dos pueblos y Estados d e la isla. Fue el caso d e la atención prestada a una figura social, el m anicero , ladrón d c alim entos m enos agresivo que el cuatrero y diferen te al m ontero, de vocación de subsistencia, que aun asi se v isualizó com o una plaga identificada con el haitiano. En otros textos, com o los que tocan las colaboraciones d c haitianos y dom inicanos en los conflictos entre liberales y conservadores de los d o s países, visualiza los hechos en form a objetiva, aunque no exenta d e fascinación, lo que 110 era nada extraordinario en el X C o n esos antecedentes sobre las relaciones dom inico haitianas. N olasco so abocó a una refutación porm enorizada de las aseveraciones del intelectual haitiano. Para el dom inicano resultaba elem ental que el o tro obedecía a una contraposición sem piterna d e intereses nacionales. En contra de la aseveración del bovarism o . N olasco reiv indica com o válidas las form ulas d e la identidad dom inicana Asevera, por ejem plo, que blanco es aquí form ula de preservación. 1 I ilegro dom inicano es m entalm ente blanco, y los haitianos, por fenóm eno psicológico, tan pronto llegan y se adaptan a lo nuestro, fraternizan y para ellos igualm ente solo son negros los residentes mas allá d e la raya fro n te riz a "1' X Pero la respuesta m ás sistem ática se plasm o en un escrito extraño. La exterminación aflorada, escrito por un hom bre culto pero autor de ese solo libro.' "1 Se trató de A ngel S. del Rosario, que aceptó el d esalío m ediante una exacerbación del ataque a los políticos e intelectuales haitianos. C o m o pone d e m anifiesto en el título, el propósito vio los jefes haitianos respecto a los dom inicanos no habría sido otro que el exterm inio. El recurso único para m antener la guardia frente esa aspiración descansaba en Trujillo. En su m inucioso com entario. Del R osario no pasa de recorrer lugares com unes acerca d e las agresiones haitianas y otros argum entos ya trillados p o r la ideología trujillista W as "décadas jjosícfcio fccs a C C i u j i f f v C O N LA M U E R T E D E T R U JIL L O las condiciones experim entaron m odificaciones sustanciales que im pactaron la vida cultural. Lo m ás im portante fue que dejó de existir cualquier instancia d e control sobre la producción cultural. El cam bio d c sistem a político se acom pañó por la em ergencia de una generación d e intelectuales que. al igual que los trujillistas. encontraron en la historia dom inicana un terreno privilegiado para la investigación. La expansión d e la educación universitaria, com o parte del increm ento del peso relativo de los sectores sociales m edios, d io lugar a una m asihcacion sin precedentes del conocim iento de la historia. La enseñanza d e la historia dom inicana sogeneral izo en el C olegio Universitario de la Universidad A utónom a de Santo D om ingo ■*. El am biente de politización vigente basta la decada d e 19 8 0 contribuyó a una am pliación del interés, va que sobre todo los liderazgos políticos em ergentes y los intelectuales conectados a la joven generación d c izquierda encontraron en la historia dom inicana 1111 terreno privilegiado de referencia para la elaboración política x. Es curioso que. pese a la voluntad d e los intelectuales izquierdistas d e rom per con la tradición conservadora, m antuvieran el interés puesto en la historia dom inicana. T il vez se m anifestaba una m entalidad 110 superada d e ubicación dentro del horizonte de lo nacional. D e todas m aneras, se am pliaron de m anera sustancial las dim ensiones de la consideración de la historicidad local M Tres corrientes v inieron a ocupar el espacio historiográfico dejado por la desaparición de la dictadura. La prim era fue la d e los historiadores que habían sen ido al régim en o habían hecho una obra durante los treinta y un años, los tínicos con un conocim iento autorizado d c la historia dom inicana. La segunda fue la de quienes acogieron "'Sócrates Nolasco. - C om entarios a la historia de lean Price M ars . en Sócrates Nolasco. Obrascompletas. ? tom os Santo Dom ingo. 19 9 4 .11 pp.42? 446 "T M f.p p .4 4 1442 " 'Angel S. del Rosario Pérez. Laexterminación añorada. Ciudad Trujillo. 1957 IIISrORI.W.I \ l m i DEL IT I m o n O M IN U \ \ o 94 -V*
RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3